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K-ON!

¿Qué necesita una obra para ser calificada como “obra maestra”? Evidentemente la respuesta es diferente en cada persona, obviamente porque cada quién cuenta con un criterio propio. En mi caso lo utilizo en la obra que cumpla de forma competente y sobresaliente con los diez parámetros que utilizo al momento de reseñar.

Cuando planifique un reportaje mensual acerca del género Slice for Life (ya hace 1 año y medio) en el que por entrega se abordaría cada una de sus particularidades a través de un programa que se desempeñase sobresaliente en tal sección, tuve claro que debía dedicarle un análisis completo a K-ON!. Desentrañando la obra que, en mi criterio, mejor reúne todas las características, ideas y estilo del Slife for Life. Siendo un anime importante tanto para el género como del anime en general.

A lo largo de esta serie del Slice for Life he escrito sobre 5 obras de Kyoto Animation, y no porque no existan animes de otros estudios que también sean históricamente importantes en el género (de hecho, tengo planificado reportajes de Hidamari Sketch y Azumanga Daioh). La constante presencia de KyoAni es porque resulta innegable que son el estudio más especializado en el género, la cantidad y calidad de sus trabajos le han conferido tal
percepción.

Por lo tanto, también infiero que K-ON! es el mejor representante de todas las fortalezas del estudio. Reuniendo a las características claves del género, adoptándolas en específico contexto y logrando un resultado tan compacto que serviría como principal inspiración para toda una década.

GUIÓN (PLANTEAMIENTO)

El tema de la amistad evolucionando través de la cotidianidad es la temática más común del Slice for Life, y no sin razón. Las reglas que enmarcan las características del género facilitan al desarrollo orgánico y creíble: Capítulos enfocados en el cómo se desarrolla una actividad específica, frecuentemente cotidiana, entre los personajes; relaciones construidas a través de pequeñas actividades o colaboraciones (destinadas a servir de puentes emocionales como recuerdos), él observar las dinámicas grupales e identificar el cómo y porqué funcionan.

Estas bases usualmente son malinterpretarlas o malentendidas, lo que traduce en programas mediocres. Como narraciones dedicadas a desbordar al espectador con situaciones dramáticas desde el capítulo 1, no perteneciendo al Slice for Life sino al sobredramatismo también conocido como telenovela, o que malentienden al concepto de “cotidianidad” y utilizan cualquier tipo de situación como excusa de desarrollo.

Estos animes faltos de entendimiento sobre las bases del género, dan justificaciones a quienes atacan al género y que utilizan la etiqueta “Chicas lindas haciendo cosas lindas” de forma despectiva no irónica. En cambio, las que logran destacar es porque cuentan con la unidad más importante para alcanzar una sólida estructura, el elemento indispensable para el desarrollo de cualquier temática, tienen auténticos personajes.

Un personaje no necesita de varias dimensiones narrativas para ser “bueno” (para mayor información leer artículo de Baccano!), la clave está en que cuente con las necesarias para que la narración funcione. K-ON! es una historia de amistad entre chicas de preparatoria, así que queda muy claro cuál es la principal exigencia, se necesita de chicas de preparatoria. Esta conclusión ha sido utilizada para los que consideran “fácil” a la creación de personajes en este género, evidentemente una perspectiva completamente denigrante e ignorante.

Es imposible crear sin utilizar nada de esfuerzo y aporte individual, si se llegase a dar el caso estamos refiriéndonos a un plagio. Los personajes simples y efectivos tienen una importante cantidad de trabajo detrás de su conceptualización. Narrativamente deben cumplir con enfoque, caracterización y personalidad. Visualmente ha de elaborarse un diseño que pueda revelar o destacar elementos de su personalidad, que además se ven reforzadas a través del vestuario. El buen personaje es fruto de la cooperación entre ambos apartados.

Respecto a la creación narrativa, el género es constantemente señalado de escribir aburridos personajes unidimensionales. Esto es ignorar las exigencias básicas de cada historia. Cada obra cuenta con una temática propia que pretende abordar, si el tema es por ejemplo “El desarrollo de las relaciones durante la juventud, enfocadas desde el drama personal y la imposibilidad de manejar los extremos cambios de esta etapa” claramente necesita de personajes complejos, en cambio si la temática es “La evolución de la amistad de un grupo de chicas que están descubriendo su entorno y a sí mismas” se requiere de chicas “simples” que mientras va desarrollándose la historia irán creciendo junto ella.

El último ejemplo es el enfoque necesario para K-ON!, una historia de personajes que van camino hacia la complejidad a través del descubrimiento. Tampoco quiere decir que al final terminarán siendo personajes polidimensionales; ellas siguen creciendo, aprendiendo, decidiendo, su formación seguirá aconteciendo. La intención no es abordar la transformación completa de sus vidas sino el cómo se formó sus bases. Tal cómo el buen Slice for Life escolar.

Por cierto, en el ejemplo de las premisas, no quiero afirmar o insinuar que hay premisas mejores que otras, sería una arrogancia equiparable al “hay géneros mejores que otros”. Ciertamente una premisa puede resultar más interesante según cada persona, que está condicionada a sus gustos y a su contexto, siendo desde base subjetiva. Cada premisa por parecida que sea a otra, cuenta con el potencial para ser algo único o la refinación de una tendencia, recordemos que la premisa es sólo una generalización, la obra es el abordaje de la perspectiva de la idea.

Para analizar la evolución de cada chica, debemos reconocer cómo son y de qué formas se comportan cada una al inicio:

Cada chica es presentada de forma clara, con pequeños detalles que van formando nuestra percepción. Sólo los 2 primeros minutos del primer capítulo brindan una impresión bastante concisa de Yui, la chica más cercana a ser la protagonista. Él primer plano es una foto de la graduación de secundaria, luego hay diversos detalles sobre la habitación, cortan a un montaje dónde corre a la escuela porque va tarde. Cada elemento de la secuencia va revelando información: tiene una hermana menor (que luce responsable), sabemos que es perezosa (desdén hacia la alarma del reloj), torpe (la caída mientras intenta salir), despistada (pese a ir tarde va perdiendo el tiempo a lo largo del camino) y en especial alegre (está genuinamente emocionada por el inicio de la preparatoria).

Luego aparecen Mio y Ritsu, por la interacción entre ambas entendemos que son amigas y escuchamos su intención de fundar un club. Dialogando con la profesora de música se encuentran con Yui, quien debido a su reacción logra que Ritsu se haga con la misma impresión que tiene el espectador. Todo es antesala del incidente incitador: la fundación del club de música ligera.

Mio y Ritsu están esperando a más miembros cuando entra Tsumugi, ella llega por un malentendido, pero decide quedarse al ver que se divierten (y por insistencia). En el encuentro explican la razón del porqué la fundación del club, una vieja promesa (que también fue malentendida) entre Mio y Ritsu. Durante todo su diálogo vamos reconociendo más rasgos de la personalidad de cada chica; la decisión e insistencia de Ritsu frente a la prudencia y consideración de Mio.

Tsumugi es de quién menos lograremos formarnos una de idea de cómo es, aunque igual contamos con algunos indicios de su personalidad, como su actitud en la escena del restaurante. Nótese como imitar el cómo come Ritsu es un intento temprano de conexión. De todas formas, podría considerarse que la unión y aparente conexión de Tsumugi con el grupo es demasiado repentina, y no se equivocarían si no fuera por el siguiente plano:

Para quienes no lo hallan notado o necesiten más contexto: En el fotograma de la izquierda Tsumugi se sienta un poco alejada del grupo, correspondiente a una actitud de conocida; en el de la derecha ya han varios días, y notamos que ahora Tsumugi está sentada junto a ellas, implicando que ya han desarrollado más confianza. Un pequeño detalle que ejemplifica la evolución expresada en lo visual.

Le sigue la unión de Yui al grupo debido a las insistencia, lo más interesante del final del episodio es cómo mientras Ritsu, Mio y Tsumugi tocan una pieza para convencer a Yui, el montaje se concentra en ellas y en la escuela. Esta es la semilla de una idea que será explorada más adelante.

El primer episodio puede parecer común y sencillo, no obstante, al desentrañarlo, resulta admirable en cómo aborda todo lo que debería tener un inicio (más información en este artículo):

  • El enfoque de la historia a través del incidente incitador: La fundación de una banda implica la necesidad de conexión, ósea un ambiente propicio para una historia acerca de la amistad.
  • Presentación efectiva de personajes: Conocemos a las 4 chicas, nos formamos una idea general acerca de la actitud de cada una, valiéndonos sólo de unos cuantos detalles, e identificamos cuál será la línea de interacción del grupo. Dos amigas muy cercanas (Mio & Ritsu) formarán una conexión con las nuevas (Yui & Tsumugi).
  • Trasfondo básico: Conocemos las razones por las que cada chica decide participar en el club, siendo la necesidad de hacer algo, la aparente diversión o una vieja promesa. Y todas están comenzando la preparatoria.
  • En las tramas con múltiples protagonistas, se suele destacar una historia sobre el resto para que sirva de pivote, lo suficiente para diferenciarla sin llegar a que acapare a las demás. Queda claro que Yui es la elegida.

Tal vez parezcan pocas razones para calificarlo de “brillante”, sin embargo, son pocos los animes que asuman con tanta habilidad la presentación de todos estos puntos sin que se note. A menos que te detengas a pensar en ello, no captas cómo te han dado tanta información sin necesidad de monólogos o conmovedoras secuencias.

Estas impresiones de cómo cada chica actúa y es, se verán reforzadas y nutridas en los siguientes episodios. Porque la serie utiliza la estructura predilecta del Slice for Life, la netamente episódica. Cada capítulo es cómo cada chica vive/afronta una situación cotidiana, mientras va desarrollando su personalidad y construye su amistad con las demás.

La variedad de situaciones siendo trama de cada episodio es abrumadora: La compra de la guitarra de Yui, las evaluaciones finales, la búsqueda de un aire acondicionado, un club de fans, festival deportivo, obra de teatro, limpieza del salón, episodios netamente dedicados a la integración entre miembros e inclusive los capítulos con tramas repetidas (los campos de entrenamiento o la presentación en el festival escolar) son distintos por el cambio de enfoque.

Lo anterior es en su mayor parte planeación, el siguiente paso es la ejecución. Ya sabemos que cada chica tiene una personalidad única dentro del grupo, así que ahora debe ponerse en práctica. El segundo, tercer, cuarto y quinto episodio son (respectivamente) la compra de la guitarra de Yui, los exámenes, el primer campo de entrenamiento y la introducción de Sawako como consejera del grupo.

En cada capítulo nos revelan algo nuevo sobre los personajes: Yui puede ser despistada pero cuando se lo propone es completamente dedicada, Ritsu podrá molestar a Mio pero la tiene en alta consideración, Mugi quiere remediar su desconocimiento social viviendo situaciones “normales” o que Mio es bastante miedosa (como presentaciones en público o historias de miedo). Son características y actitudes comunes, con las que el espectador podrá sentirse reflejado de una u otra manera, no necesariamente como propias, bien podrían ser de personas cercanas.

La poca complejidad es la que permite que cada personaje se capte rápido y funcione en la dinámica de la escena. Las chicas son simples, pero no vacías. En pocos capítulos hemos conocido suficientes características para ser capaces de afirmar cuál es su actitud o por al menos dar una generalización de su personalidad.

Por el momento la dinámica grupal funciona, ningún episodio está medianamente cercano de ser repetitivo, aburrido o insustancial, y aun así algo faltaba, un punto de vista que funcionará como tercero, que viese al grupo tal como el espectador. Así llega el 9° episodio, en el que conocemos a Azusa Nakano.

Un personaje completamente externo al grupo de amigas y que no sabe absolutamente nada sobre ellas. Tal como describí, su punto de vista está al nivel de un nuevo espectador, alguien que percibe la escena desde “afuera”. Por ejemplo: Durante el segundo campo de entrenamiento, Azusa identifica a Mio como la más responsable del grupo, a Ritsu la toma de considerada y un poco vaga, a Mugi como la chica sobre la cual apoyarse cada vez que resulte necesario y a Yui como alguien alegre aunque un poco desconcentrada, así mismo nota las interacciones entre estas, como la camaradería de Yui y Ritsu, Ritsu molestando a Mio o Mugi participando lo más que puede.

Por supuesto, el espectador también hubiese podido captar estas inferencias, pero cuentan con más valor por dos razones: Empezamos a acostumbrarnos a las dinámicas grupales, por lo tanto, el punto de vista de Nakano es más fresco, y porque ella reflexiona sobre las condiciones de su entorno. El diálogo de Azusa y Mio al final del 9° episodio no sólo tiene valor por la percepción de Mio como la más madura del grupo sino porque convence a la escéptica Azusa de unírseles. Sabemos que Yui es dedicada cuando quiere, pero cobra trascendencia cuando Azusa es consciente de que Hirasawa práctica en la noche pese a estar cansada por jugar todo el día.

No obstante, su papel no se reduce a sólo ser comprensión de los personajes, no transcurre mucho antes de que ella también pase a formar parte de la dinámica grupal, siendo un apoyo y enriquecimiento a cada situación, por ejemplo, Yui le toma cariño por ser su “kouhai”, una actitud presente durante la mayoría de episodios. Si le sumamos las interacciones ya establecidas, cada intercambio se ve potenciado a más dinamismo, brindar información y funcionar por sí mismo, tomemos por ejemplo la segunda parte del último capítulo de la primera temporada:

Él episodio es más tenso que lo habitual porque el inevitable pasó del tiempo está empezando a ejercer efecto en el grupo: Ritsu está un poco confundida, Mio no encuentra la inspiración y Mugi está avanzando de forma independiente. Se fusionan todas las subtramas en dos diálogos, el primero sucede en la cafetería. Ritsu descubre que se estaba preocupando por nada aunque se vuelve consciente de que la vida está cambiando, todas están contentas con la decisión de Mugi y Yui casualmente dice el perfecto resumen del ambiente durante el episodio “Pero no me dejen solas cuando se conviertan en adultas”. Cada chica está madurando, a su manera, aunque tampoco es como si estuvieran afanadas por lograrlo.

El segundo diálogo empieza con la mención de las manos cálidas de Mugi, una interacción donde cada una participa según su personalidad, e inclusive tenemos la entrañable reacción de Tsumugi al intentar enfriar sus manos. Finalmente, todas hablan sobre el próximo receso, planificando que deberían hacer y cuáles serán sus próximos objetivos. Un diálogo simple y creíble, lleno de pequeñas interacciones entre los personajes, los remates de Mio, la coherencia de Azusa y los comentarios tan Yui de Yui; y así, hablando sobre lo que se avecina, se cierra la primera temporada.

Aplicando la funcionalidad en cómo cada escena es compuesta por estás dinámicas, logran que cada capítulo evite el estancamiento o desinterés. También hay episodios enfocados en la historia de una chica en particular (el episodio de Tsumugi), a fortalecer la relación entre dos (el episodio de la pelea entre Mio y Ritsu) o la construcción de un ambiente escolar creíble más allá del grupo protagónico (todos los episodios de las amigas de Azusa).

MATERIAL ORIGINAL

Son varios los que discrepan o cuestionan que tanto de “cotidiano” hay en las historias en el Slice for Life o generalizando, de cualquier anime escolar, argumentando que las colegialas japonesas no se comportan de tal manera. Una observación endeble e incoherente, a menos que hayas estudiado en una institución japonesa, en el caso contrario se carece de razones para tal afirmación.

Por supuesto, el mismo razonamiento se puede aplicar en mi contra ¿Cómo puedo afirmar que efectivamente se comportan de tal manera, aunque ni siquiera he pisado una institución japonesa? Porque tengo de apoyo a la autoría y globalización. El manga es de Kakifly, el anime está adaptado por Reiko Yoshida (escritora japonesa) y dirigido por Naoko Yamada (directora japonesa). Todos tienen en común el ser japoneses, y por lo tanto se puede inferir (y es bastante factible) que han estudiado en una institución japonesa.

De todas formas, se puede contradecir al señalar que hay cientos (por no decir miles) de obras escolares completamente irreales, y cuyos creadores también estudiaron en institutos japoneses. Aquí reluce la ventana que nos brinda internet, basta con buscar “Japanese School Girl Funny Vine” y nos toparemos con decenas de vídeos de chicas japonesas comportándose de una gran variedad de maneras (varias las habremos visto en anime) y sólo para divertirse.

A su vez K-ON! es una excelente adaptación, no por la dificultad de captar toda la complejidad del material original sino precisamente por lo contrario. En el texto sobre la dirección de Nichijo me referí a que la adaptación tiene como meta el reenfocar las características del material original, dotarle de otra profundidad valiéndose de las herramientas que le presta el nuevo medio que está utilizando y así crear una obra válida por sí misma y respetuosa con la fuente. K-ON! pertenece a la categoría que no se conforma con tener respeto con la fuente, en vez de eso, la comprende, extiende y mejora en cada aspecto.

El anime cubre toda la historia del manga, aunque más que “cubrirlo” lo absorbe. La adaptación cuenta con tanto material original que cuesta verlo como una adaptación “fiel”. Podrá ser relleno (entendiendo relleno como cualquier situación que no sea del material original) y haber sido creado por las mismas razones (tiempo y beneficios) pero resulta coherente y natural, especialmente con el tono que va construyendo la obra. Siendo relleno sólo en términos estrictamente adaptativos, porque a nivel narrativo cada momento resulta fundamental.

Comprenden la esencia de cada personaje, logran agregar material original capaz de encajar orgánicamente con la intención de la obra. Además el apartado visual está completamente mejorado en cualquier aspecto, desde gestos visuales más expresivos, diseño de personajes más llamativo y escenarios mejor trabajados (me extenderé más adelante). Para ejemplificar el sobresaliente nivel de adaptación de K-ON! volvemos a desentrañar al primer capítulo comparándole con el manga (que ocupa dos capítulos):

En las adaptaciones, los capítulos del manga suelen reacomodarse a conveniencia para facilitar la estructura del medio audiovisual, principio también aplicado a este caso. El episodio inicia con el segundo capítulo, refiriéndonos al hecho que abren con Yui. Como recordaremos el anime empieza con la secuencia donde va tarde a la escuela, esto no ocurre en el manga, ahí comienza ya desde la escuela, haciendo mención a su necesidad de unirse a un club.

En el manga el diálogo entre Nodoka y Yui sólo sirve para explicar porque se une al club de música ligera. La adaptación utiliza una simple broma como es la mención de que “sabe tocar” las castañuelas y lo convierte en todo un flashback que, además, demarca la existencia de una vieja amistad entre ambas. Lo mismo ocurre con la promesa entre Mio y Ritsu, con sólo dos muy simples paneles construyen un sketch de un minuto. La adhesión de Tsumugi es incoherente y apresurada en el manga, mientras que en el anime sí tiene cierta lógica y es reforzada con la escena del restaurante

La banda tocando para convencer a Yui dura 4 paneles, cada uno dedicado a una de las chicas. En el anime lo convierten en una secuencia de un minuto, con un plano general, varios individuales e insertos del salón y la escuela. Y además están tocando Give me Wings (razón de peso). Han sido capaces de tomar dos simples capítulos con paneles simplistas y extenderlo hasta lograr un sólido primer episodio de 24 minutos.

Aplicando lo anterior alcanzaron 41 episodios y una película teniendo de base a 4 volúmenes de manga.

ANIMACIÓN

Podría resultar lógico o previsible que cualquier adaptación animada es más expresiva que la contraparte escrita, pero este juicio es válido sólo para ciertos casos. Él manga al estar compuesto de paneles tienen más posibilidad en dedicarle mayor tiempo a detallar cada dibujo, habiendo casos donde es inadaptable llevarlos a animación sin perder la esencia (famosos casos como Berserk o Vagabond). En el caso contrario, el dibujo es simple y la adaptación se encarga de tomar esa simpleza y volverla compleja a través del resto de elementos, sean escenario, vestuario y la animación en sí misma.

El manga de K-ON! no es una obra maestra, ni tampoco le considero pasable. Sólo le puedo considerar como un agregado para los aficionados del anime. El dibujo es bastante simple (inclusive menor al promedio), el uso de paneles nunca va más allá de lo presencial y el escenario brilla por su ausencia. Desde aquí la adaptación cuenta con una sólida base sobre la que trabajar.

Básicamente, como el material original es tan regular y vago, sólo se puede subir.  Desde un punto de vista completamente objetivo, K-ON! es una de las obras mejor animadas de la historia. Naoko Yamada fue capaz de guiar a su excelente equipo, dando el máximo rendimiento a través de Sakugas, montajes y planos. En el siguiente párrafo explicó que es Sakuga, si ya lo sabes puedes saltarlo.

En la animación no se anima todo el movimiento, por ejemplo, en la secuencia de la caída de una pelota se seleccionan unos “fotogramas claves”: Cuando sueltan la pelota, en el instante del medio y el instante donde toca el suelo. Viendo la escena en velocidad no nos percatamos de la falta de intermedios. El Sakuga es la animación con más fotogramas clave que el promedio, obviamente, logran que el movimiento sea más fluido y por lo tanto es más expresivo.

Antonio Horno López en su tesis doctoral “Animación Japonesa: Análisis de series de anime actuales” utiliza a K-ON! como ejemplo para el análisis sobre el movimiento animado, respectivamente en la sección de sincronía de los labiales con el registro sonoro (páginas 205-209). Tal como él explica, en la animación son poco comunes las secuencias donde se coordine la animación vocal del personaje con el diálogo del seiyuu de forma integra, ósea, que corresponda lo que está diciendo el personaje con lo que está diciendo la seiyuu.

En K-ON! estas excepciones son frecuentes (para el promedio). Antonio utiliza un ejemplo muy bien explicado que citaré íntegramente:

“La escena que se muestra en la Fig. 22 corresponde a un momento destacado en la historia, cargado de dramatismo, en el que una de las protagonistas ante el temor de ver frustada su ilusión de formar un conjunto musical con cuatro amigas, rompe a llorar y exclama a una de las compañeras: Ano toki no yakusoku wa, uso datta no ka? (¿Vas a romper la promesa que hicimos? [trad. a]).

Durante gran parte de la serie el timing de la animación no supera los 12 fotogramas por segundo. Sin embargo el fragmento seleccionado utiliza de 13 a 14 fotogramas por segundo y en el que algo más de la mitad de las imágenes —en concreto 30 de ellas— son completamente diferentes, lo que no significa que el movimiento del fragmento se reproduzca entrecortado, ya que, al tratarse de labiales, las imágenes fijas que aparecen en la escena sirven para alargar o ralentizar levemente el movimiento de la boca del personaje. Todo ello resulta en una calidad del movimiento superior a la estándar de una animación en doses, a la vez que se consigue una perfecta sincronía de los labiales de los personajes con las palabras que pronuncian, y que nada tiene que ver con el uso recurrente de las tres posiciones básicas —abierta, semiabierta y cerrada— tan usual en las primeras series anime, o la aparición de una supuesta diacronía generalizada entre las emisiones vocales y el movimiento de las bocas definida en algunos escritos de la especialidad.

Aunque es una frase relativamente corta, al capturar los fotogramas y escuchar el registro sonoro que en ellos aparece, se comprueba que la expresión es dibujada sílaba a sílaba. Los silencios correspondientes a la respiración y la doble repetición de algunas posiciones, utilizada para estirar o dilatar las últimas vocales pronunciadas, proveen de fidelidad al movimiento. El fragmento no llega al segundo en duración, pero como se puede apreciar en las capturas se ha elaborado un total de 11 fotogramas.”

Y sólo es un ejemplo del apartado de coordinación sonora. Hay secuencias de la banda tocando los instrumentos, notándose la animación independiente en cada dedo, cuando caminan y se nota el estilo de cada una, o las sencillas reacciones donde se exagera el estilo. Por mundana que sea la acción, nunca pierde el detalle. En la base de datos de Sakuga Blog (página que recomiendo religiosamente) hay una completísima recopilación.

No obstante, la escena no sólo está compuesta de movimientos, o más bien, el movimiento y la reacción se complementan con los otros apartados visuales, como la iluminación o el trabajo de los fondos. Kyoto Animation ha logrado labrarse un reconocimiento impecable respecto al trabajo de iluminación, por tratarle como un departamento por sí mismo en vez de ser un complemento. En K-ON! es muy destacable el trabajo de Noriko Takao, cuyos aportes en ciertos episodios en el apartado de la iluminación terminaron influenciado a la misma Yamada para mantener esa atmósfera en toda la obra.

Los personajes son sometidos a coherentes efectos de la luz, fortaleciendo la sensación de cotidianidad siempre constante en la obra. Ya sea la playa, la luz del sol entrando por las ventanas del salón o caminando por el pasillo mientras está atardeciendo. La presencia constante de luces logra formar una sólida ambientación, reivindicándose cuando la misma es omitida: tardes grises, amparadas bajo el cielo nocturno o ya listas para dormir.

Imagen del artículo «Naoko Yamada: Filmed With The Heart» de Sakuga Blog

Ocurre lo mismo con las localizaciones donde están durante cada día, ya sea en los pasillos de la escuela, las calles, el salón de clases y claro, el reconocible salón de música ligera, donde cada uno de los elementos tiene su respectivo efecto. Por esta razón uno de los planos más conocidos es la copa de té que refleja a la luz entrando por la ventana.

Y los escenarios son por sí mismos, un excelente trabajo (otra vez). KyoAni utiliza locaciones reales para los escenarios de sus obras (de nuevo, sensación de cotidianidad), siendo la escuela una completa adaptación de una real, la escuela elemental de Toyosato, incluso se puede visitar el salón de música ligera. Misma situación con las calles o conjuntos de apartamentos, y eso sin olvidarnos del viaje del staff a Londres para garantizar el mantenimiento del tono para la película.

Así mismo la composición del resto del plano también forma parte, arboles meciéndose al viento, las demás chicas de la escuela, ya sea dialogando o jugando y los pequeños cambios en el entorno, como el agregado de palabras al tablero del curso, puntualizando el transcurrir del tiempo. Alcanzando en conjunto una credibilidad pocas veces vista en el medio. No obstante, Yamada ha aclarado que no es una representación estricta del mundo, sino de las sensaciones de la vida cotidiana, en síntesis, no es realismo sino cotidianidad.

El diseño de los personajes está a cargo de Yukiko Horiguchi, los cuáles fueron planificados conjuntamente con Yamada porque querían alcanzar la mayor fidelidad posible a las proporciones de las chicas colegiales japonesas. El resultado no sólo supera al modelo del manga, sino que se convierte en una de las claves de su rotundo éxito, logrando que las cinco formen parte entre los personajes más reconocibles de la industria.

Las expresiones dejaron de ser apenas reconocibles a estar definidas, con actitudes y reacciones propias para cada chica. Siendo ideales tanto para animaciones largas y complejas como en las simples y exageradas, una versatilidad ciertamente envidiable.

Por todo lo anterior, K-ON! es calificado como el “pináculo de la televisión Japonesa” por Toshiyuki Inoue, importantísimo animador que tiene en su haber a obras como Paprika o Akira, inclusive le denominan el “animador perfecto”. La reacción de la industria fue parecida, recibiendo excelentes halagos en distintos medios, lo que terminó catapultando al reconocimiento de los nuevos talentos que formaban parte.

El programa logró con sus dos temporadas importantes premios, como el Tokyo anime Award a la mejor serie de TV por dos años consecutivos (ganadora por cada temporada), el premio animación Kobe en 2010 por su segunda temporada y en 2012 por la película.

DIRECCIÓN

Un reportaje sobre K-ON! no estaría completo sin la profundización de la mayor beneficiada de su éxito. El debut de la directora más importante en la industria, la serie que hizo reconocida a una novata a sus 24 años, la que para muchos (incluyéndome) será quien heredará la antorcha de Miyazaki, Naoko Yamada.

Empezó trabajando como animadora del estudio en Air (2005), su debut como directora es en el episodio 17 de Clannad: After Story (2009). Su trayectoria y dedicación influyeron en la decisión de KyoAni de brindarle una oportunidad. Así ocurre su asignación para un proyecto completo, una adaptación de un manga escolar.

Tal como se esperaría de un debut, K-ON! es el menor de sus trabajos en cuánto a definición de un estilo, pero ello le agrega un interesante valor a la obra. La posibilidad de revisar la evolución de su estilo a lo largo de los años. En Koe No Katachi podremos identificar la refinación de numerosas de técnicas e ideas que comenzaron en K-ON!.

Y aun siendo un debut, la obra es muy completa, especialmente si se observa desde perspectiva, estableciendo en qué formas fue mejorando y perfeccionándose. Durante la primera temporada utiliza en su mayoría planos estáticos con enfoques típicos del Slice for Life, sean tomas generales del grupo de chicas o priorizando la locación. Lo más destacable es el montaje, intercala entre detalles finos, como son las manos o las reacciones faciales, a grandes generales, como la habitación, salón o escuela.

La recepción de la primera temporada le brindó más confianza a Naoko, así que para la segunda se aventuró a solidificar el estilo que venía absorbiendo de sus numerosas referencias. Los estáticos fueron más largos pero sin llegar a la inactividad, manteniendo una constante sensación de movimiento y expectativa pese a estar quietos, comunicando una apariencia de espera. Utilizó ángulos más empinados y generales más amplios para englobar toda la acción que ocurriese en la escena. Y claro, las secuencias de manos y (especialmente) piernas se erigían como uno de los signos más reconocibles de su dirección.

Yamada tiene una obsesión por la cotidianidad, quiere tenerla presente a todo momento en cada aspecto de la obra, por eso la escuela está repleta de detalles. De este modo, facilita el cumplimiento de su principio, priorizar el tratado de cada personaje en sentido individual, ósea, como entidades separadas. Logrando que la escena comunique la reacción de lo que se está diciendo más que la literalidad de lo expresado (más adelante profundizaré).

Sus métodos beneficiaron a la animación, porque permiten capturar de la mejor manera todo lo que ocurre, desde las exageradas reacciones de los personajes hasta sus finos movimientos. Su sentido de la profundidad consiguió que los fondos pudieran destacar como lo merecían, siendo parte activa de la escena y no sólo una locación muerta, normalizando la mundanidad de ver a las chicas interaccionando activamente con este.

La película es la conclusión de todas las intenciones de Yamada durante K-ON!. Finalmente se apropia de sus ideas, logrando el desempeño que aspiraba durante las dos temporadas, desde planos generales estáticos repletos de dinamismo, escenarios vividos con una importante cantidad de elementos sin llegar a estar saturados, y preciosos planos secuencias concentrados en la satisfacción personal de las chicas.

Pese a que no es su mejor trabajo como directora, sigue siendo sólido durante cada escena, sobresaliente en secuencias y montaje, y soberbio durante la película. En sí mismo, K-ON! es una muestra de la evolución de su dirección, estando tan compenetrados que resulta imposible creer que la serie hubiera tenido el mismo efecto mediático sin su participación.

APARTADO SONORO

La serie es de un grupo musical, sin embargo, difícilmente la podríamos encasillar como una serie “musical”. Las canciones de HTT son preparación o culminación de una etapa narrativa, como las iniciativas donde tocan en pequeños eventos públicos/privados o, por supuesto, el festival escolar. La obra no utiliza la música como columna vertebral narrativa, sólo como apoyo contextual.

 

No obstante, esto no implica que las canciones y el esfuerzo de la banda sean meras excusas, al contrario, cada canción está notablemente trabajada, incluyendo openings, endings y otras canciones de HTT. No soy ningún experto musical, así que no pretenderé explicarlas a nivel técnico, sólo puedo utilizar de argumento la popularidad de las ventas:

El primer opening (Cagayake! Girls) debutó cuarto en el ranking de Oricon (importante grupo estadístico de distintos medios, entre ellos la industria musical japonesa) por la venta de 62 mil copias, el ending don´t say lazy logra alcanzar el segundo puesto con 67 mil copias, además gano el premio a mejor tema en los Premios de Kobe. Ambas canciones fueron certificadas platino por más de 250 mil copias. El mini álbum Ho-kago Tea Time termina como número 1 con 67 mil copias en la primera semana, además es el primer grupo de anime en liderar la lista.

El segundo opening de la serie, Go! Go! Maniac!, debutó en primer lugar (convirtiéndose en la primera canción anime en ocupar el primer lugar) con 83 mil copias mientras que el ending Listen!! logró el segundo lugar con ventas de 76 mil copias. El tercer opening Utauyo! Miracle alcanzó las 85 mil ventas lo que le valió el segundo puesto en su primera semana, el ending No, Thank You! es tercera con 87 mil copias. Ambas son certificadas como oro.

U & I (canción diegética) terminó en tercer puesto en su primera semana con 53 mil copias, el segundo disco de Ho-kago Tea Time debutó en primer puesto vendiendo 127 mil copias en la primera semana. No queda duda del furor que logró en su lanzamiento, convirtiendo al anime en pionero de diversos logros, en cierta forma preveía la factibilidad del éxito con bandas animadas, hecho que se vería recontrafirmado unos años después con las 9 musas (reportaje para otra ocasión).

K-ON! tiene una notable producción musical, que se rige bajo los estándares de la obra. Las letras de sus canciones no son filosóficas reflexiones, son simples pero no mediocres, tal como se esperaría de una banda de preparatoria cuyo principal objetivo es divertirse con lo que hacen. Y aun así, mientras más avanza la obra, notamos el creciente uso de metáforas y símiles (UI&I o Tenshi Fureta ni Yo), puede que comunes o simplones, no obstante, sirven como demostración de la existencia de un desarrollo respecto a la escritura musical.

La banda sonora que compone cada escena, son cortas y repetitivas piezas, aunque pegajosas una vez se escuchan con atención. Claramente son vitales para el tono de la obra, fortalecen esa sensación “comfy”, tranquila y acogedora. Puede que no destaquen, pero cumplen su objetivo de enaltecer la imagen sin acapararla.

El sonido en sí mismo es un apartado que KyoAni ha cuidado y mejorado a través de los años, K-ON! es un excelente ejemplo de la dedicación del estudio a cada proyecto, porque aun siendo una obra de una década, sonoramente es capaz de pasar como actual. Múltiples pisadas sonando en el pasillo, a la vez que son reconocibles, envolventes conciertos en vivo donde ningún instrumento se ve opacado, excelente edición que permite estar atentos a lo principal de la escena y al contexto que le rodea.

No estaría completa la sección de sonido sin referirnos al desempeño de las seiyuus. Las actrices de voz son Aki Toyosaki, Yoko Hikasa, Ayana Taketatsu, Minako Kotobuki, Satomi Sato siendo respectivamente Yui, Mio, Azusa, Tsumugi y Ritsu.

Cada una llegó a la serie como una relativa desconocida, si bien Aki había participado en más de 10 obras ninguna logró reconocimiento y en su mayoría fueron roles secundarios. Era el segundo trabajo para Ayana, quinto de Hikasa, sexto de Minako y octavo de Satomi.

Y todo este trasfondo tiene efecto en la evolución individual. En el desarrollo apreciamos como cada una va adquiriendo expresiones propias, acordes a su personalidad y a las interacciones que tienen con las demás, siendo fácilmente reconocibles en la recta final del programa. Desde la risa de Ritsu, los gimoteos de Yui o los famosísimos “nyans” de Azusa.

El expresionismo vocal es crucial para garantizar la conexión con la cotidianidad en el Slice for Life. Un peso abstracto que recae completamente en el trabajo de los seiyuus. Cada una exhibe individualidad entre sí, el tono es (en general) calmado, exagerado si la situación lo amerita y sólo para quienes estén involucradas, hay variaciones para cada una de sus expresiones, sus intervenciones son orgánicas y cuando cantan se lucen completamente (reconocimiento especial para Yoko Hikasa), resultando en una fidelidad vocal creíble para chicas de secundaria.

El sobresaliente trabajo de las seiyuus les valió reconocimiento en la industria, especialmente para Aki Toyosaki, quien ganó por dos años consecutivos al premio de mejor seiyuu en los premios Seiyuu. La serie empujó la carrera de cada una. Entre sus papeles más recientes y famosos están:

  • Aki como Merulk en Made in Abbys, Aoi en Yuru Camp o Momo en To Love Ru Series.
  • Yoko como Rias en Highschool DxD, Diana en Little Witch Academia o Utako en Hinamatsuri.
  • Ayana como Koneko en Highschool DxD, Leafa en SAO, Sachiko en Idolmaster Cinderella Girls.
  • Minako como Asuka en Hibike Euphonium, Shunma en ReCreators, Yuho en Lu Over the Wall.
  • Satomi como Wendy Marvell en Fairy Tail, Yukiko en Assassination Classroom, Eru chitanda en Hyoka.

EJECUCIÓN

Mi máximo principio es “la excelencia es la óptima cooperación entre planeación y ejecución”. Hasta el momento todo lo escrito es en su mayoría planeación o enfoques, explicando porqué cada uno es efectivo. Sólo queda evaluar la ejecución, la cual surge entre la cooperación de lo visual y narrativo. A grandes rasgos, he explicado porqué la dirección y animación son sobresalientes, así que profundizaré con escenas específicas.

Empecemos desde la práctica de la idea sugerida al final del primer episodio. La escuela como contexto activo, siendo un trasfondo con profundidad en vez de cumplir sólo como escenario. Evidentemente puedo sustentar como en el montaje, intercalar entre tomas de las protagonistas y el resto de la escuela fortalece la percepción de un entorno orgánico, no obstante, esto puede considerarse en cierta medida frecuente en el género e inclusive una marca distintiva entre las obras escolares.

La diferencia radica en el tiempo de atención prestada a las tomas contextuales. En el resto de escolares son reducidos a detalles que aparecen uno que otro capítulo, generalmente como pequeños intersectos previos a la presentación o ampliación de algún personaje principal. En K-ON! cada detalle frecuente tiene su propio espacio capítulo tras capítulo (si el escenario es acorde) como los mensajes en el tablero, el busto del patio o la tortuga en las escaleras.

Son repeticiones no el sentido de mostrar siempre lo mismo, sino de revisitar una y otra vez estos lugares, sólo que cada vez han cambiado en cierta forma. Así cobran un valor como pequeños rincones escolares, normales para quienes habitan ese lugar y que de alguna manera, ejercen un efecto en el entorno. Tal que la escuela es un contexto repleto de esos pequeños espacios tan comunes como particulares.

También los compañeros tienen su espacio en el montaje, suele vérseles dialogando en el fondo y a veces les dedican todo el plano. Si les dedican un plano suele ser para enfatizar que tal como las chicas, son participes en la situaciones escolares de mayor relevancia, acontecimientos tipo preparación festival escolar, época de exámenes o sus reacciones en el concierto de HTT.

Mi ejemplo preferido es en la epitome del programa, la canción dedicada a Azusa por sus senpais: pese a que es un momento clave en el factor emocional y narrativo, incluye 4 planos de chicas secundarias, siendo evidente el esfuerzo por resaltar que los demás están pasando por lo mismo, la despedida de su presente. Son sólo unos cuantos segundos, pero son los necesarios para dejar clara la tangente, el grupo protagónico no es la única entidad de la escuela, cada quién está viviendo su propia historia.

HTT es un grupo musical, por lo tanto la interactividad y expresividad durante las presentaciones en público depende de quienes compongan a la banda. De tal forma que no es la misma banda de comienzos de preparatoria que al finalizarla, porque va cambiando según cómo las chicas han madurado en el transcurso de los años. No obstante, no es tan notorio porque las múltiples líneas de desarrollo avanzan a la par que la trama “principal”, siendo el vivir y aprender experiencias las que construyen la personalidad de cada una. Por lo tanto para entender las dinámicas de la banda debemos reconocer en qué cambió cada chica.

Ritsu se convierte en la líder del grupo, una posición un tanto irónica al recordar su “responsabilidad” respecto a los deberes de administrar un club, pero comprensible al considerar cómo ella es quien mantiene unidas a sus compañeras durante cada presentación, las anima y relaja con sus sarcásticos comentarios. De fundar el club por una vieja promesa a ser el puente emocional de la banda.

Y podría resultar un poco contradictorio que quién más cree en el grupo sea la misma que más aprovecha cualquier excusa para vagar, pero mientras mejor la conocemos entendemos que esta vagancia no es resultado o reflejo de la indiferencia, sólo es por el mero acto de no hacer nada pese a que puedas hacer algo (y que te gusta), ósea, procrastinar.

Y encima resultaría injusto encasillar a Ritsu como una chica que sólo se dedica a vaguear, evidentemente si lo hace un poco, pero cada vez que la banda necesita organizar alguna presentación importante toma el control sobre lo que debe hacer y en cómo aportar al grupo, una actitud que inherentemente sirve de aliciente para que las demás mejoren.

Sus relaciones con el resto se ven fortalecidas por la empatía con situaciones que también vive, vivir el presente acompañada por Yui, servir como senpai para Azusa, ver el mundo desde el particular punto de Tsumugi y por supuesto, solidificar su relación con Mio. Desde la impresión general de los primeros capítulos es evidente que mantiene una cercana amistad con Mio, propia de amigas de la infancia.

Durante la serie se evidencia que la conexión entre ellas no va sólo en una dirección (de Ritsu a Mio) sino que es mutua, resultado de su tiempo juntas. Cuando una de las dos está preocupada o distraída por algo, la primera en saberlo es la otra, se cuidan si están enfermas, asustadas o indecisas. Esta cercanía y protección recíproca es así de fuerte por las diversas veces que su relación se ha puesto a prueba, porque justamente las más cercanas del grupo son quienes más conflictos tienen.

Tampoco son conflictos profundos o complejos, al contrario, nacieron de tonterías y justamente por ser malentendidos comunes resultan efectivos. Es más factible asimilar y coincidir con un personaje que ha pasado por situaciones que me son similares. Inconvenientes que son solucionados en los mismos episodios de las formas más recurrentes, con una disculpa o dejándolo curar con el paso del tiempo.

Por la influencia de Mio, Ritsu va asumiendo responsabilidades, especialmente las relacionadas con sus deberes escolares y las concernientes a su futuro. En general, es evidente que gran parte del espíritu de líder en Ritsu no hubiera sido posible sin la influencia que ejerce Mio sobre ella. La mayor enseñanza que aprende de la experiencia grupal es que no está sola ni Mio es su única compañera, las demás siempre estarán dispuestas a darle compañía.

Consecuentemente Mio también cambia durante la preparatoria, y de forma más evidente. Al principio tenía un fuerte pánico escénico, era miedosa y bastante insegura, no obstante, una vez transcurrida la primera presentación en el festival escolar empieza a cambiar. Decide a enfrentar sus temores por el bien de la banda y por sí misma, logrando superarse constantemente hasta finalmente adaptarse a las presentaciones en vivo, alcanzado a ser de las que más destacan (tanto como para tener un club de fans).

Eso sí, sigue siendo miedosa respecto a las cosas “aterradoras” (como los cuentos de terror) en cambio va perdiendo la inseguridad que tuvo al principio. El estar en escenarios frente a público fue fortaleciendo su autoestima, al punto de ser el ejemplo predilecto para las otras chicas (especialmente para Azusa), a la vez que la convierte en la más valiente de HTT, a tal punto que es la más emocionada por ingresar a la universidad, eso sí, sin dejar de lado a sus amigas.

Una situación que ejemplifica la evolución de Mio a lo largo del programa, es su papel como Romeo en la obra de teatro “Romeo & Julieta”. Un rol sumamente importante, que sería impensable para la Mio del inicio, pero que la Mio de la segunda temporada puede ver como un desafío factible. Pese a contar con experiencia está nerviosa, sin embargo, al ser consciente del esfuerzo de sus compañeros se sobrepone a sus propios temores y a través del esfuerzo y dedicación logra desenvolverse sobresalientemente en su papel, logrando que la obra sea un rotundo éxito.

Aparte de su relación con Ritsu, la otra compañera más cercana es Azusa, quién ve en ella una Senpai que admira y que quiere emular, Mio acepta estos sentimientos y constantemente la guía, corrige y alienta para qué mejore. A Tsumugi le tiene respeto (incluso le perdona el haberle robado una fresa) y admira a Yui por el entusiasmo que constantemente demuestra.

El arco de Tsumugi es más particular, al principio su presencia parece que sólo se justifica en una que otra broma, o para cumplir las exigencias propias del estereotipo de Ojosuma, como el suplir las exigencias de la trama respecto a la falta de algún material como casa de verano o el té. No obstante, desde las impresiones generales nos han introducido su propia “lucha” a través de un acto tan aparentemente insignificante como es acomodar sus papas fritas igual que Ritsu, su búsqueda es adherirse al grupo.

Desde la mencionada escena notamos su esfuerzo en ser como las demás o por al menos vivir las situaciones que no ha tenido la oportunidad de experimentar. Ciertamente la estructura de interacción entre personajes la deja un poco de lado, debido a las relaciones más cercanas Ritsu-Mio y Yui-Azusa. No obstante esto no la desalienta sino que potencia la cantidad y dedicación de siempre buscar ser parte de la conversación, nunca de forma intrusiva, sino orgánica, genuina y hasta entrañable.

Y finalmente el programa le dedica todo un episodio donde se acerca a Ritsu a través de un detalle tan tonto como es la necesidad de ser golpeado, empero tiene una completa importancia para ella porque implica que las demás si la ven como una auténtica amiga. Desde este episodio son más notables y frecuentes sus participaciones en las conversaciones y dinámicas del grupo, demostrando que supera sus inseguridades al reconocer que cuenta con amigas que la tratan como a una igual.

Azusa es la más joven del grupo y quien menos tiempo puede pasar junto a ellas debido a las actividades separadas por el grado (salidas escolares), con ansiedades muy frecuentes para su tipo de personaje durante la preparatoria. A lo que me refiero en su “tipo de personaje” es a los estudiantes que desarrollan una conexión especial con los alumnos de grados superiores. Si bien Azusa tiene amigas de su mismo grado, sin ir más lejos la misma hermana de Yui (Ui), la mayor parte del tiempo está conviviendo con la banda.

Su evolución es muy remarcable, al principio Azusa no confía en haber tomado la decisión correcta al unirse a la banda, pero mientras más pasa tiempo junto a ellas va desarrollando una conexión cada vez más profunda, hasta que se da cuenta que está asustada porque la graduación es cercana y se irán a separar. Un precioso momento (o estampa) que encierra su preocupación ocurre en el festival del episodio 13 de la segunda temporada.

Azusa está siendo arrastrada por Yui quien la agarra de la mano mientras buscan un mejor lugar para ver los fuegos artificiales, pero una vez entran en la multitud se terminan soltando. La escena sólo dura unos segundos, el tiempo necesario para ser la culminación del planteamiento del episodio. La estructura del capítulo se dividió entre sueños y realidad, en el aspecto onírico se ejemplifican constantemente el temor de Azusa, quedarse sola.

La constante presencia de los extraños sueños se debe a la conversación que tuvieron al final del anterior episodio, donde Azusa toma consciencia que la graduación está próxima y las dejará de ver diariamente. Todo el capítulo intercala entre las secciones oníricas y las reales, hasta el ya mencionado momento. Esos segundos tienen valor porque es precedido por las dudas de Azusa y su apreciación del bonito momento que está viviendo, una vez separadas sólo nos queda su consternada mirada acompañada por una nostálgica melodía.

A esto se refería Naoko con lograr que la escena comunique la reacción de lo que está pasando más que la literalidad o realidad de lo que transcurre, porque sólo se están soltando las manos por culpa de la cantidad de personas pero lo que en verdad pasa es que Azusa comprende que finalmente está próxima a quedarse “sola”.

Esta ansiedad tiene presencia tangente durante los próximos capítulos y se va acrecentando conforme se acerca el día de la graduación. Lo notamos en sus dudas sobre si entregarles un regalo de despedida, o por su negativa en regresar al club motivado por el miedo del adiós, un hecho que haría realidad su temor. Todo este miedo hacia el futuro sólo fue posible por la construcción y fortalecimiento de una red de conexiones interpersonales que necesita de tiempo para ser estructurada y correctamente ejecutada.

Azusa por ser un año menor tiene un trato especial dentro de la banda. Se unió cuando más lo necesitaban, se fue granjeando el afecto de las demás chicas por su actitud sincera y genuina. Mio y Yui se convirtieron en sus guías, la primera por ser la representación de sus aspiraciones, mientras que Yui se convirtió en su tierna, atenta y considerada hermana mayor. Se fue adhiriendo al grupo por su renovada perspectiva, dedicación y mal simulada emoción, quien pensaba que no encajaría termina queriendo no ser separada.

Todas le tienen una consideración especial y quieren hacerle un regalo de agradecimiento/despedida, esa es la premisa de la película.

Yui es el personaje más cercano a ser calificado como “protagonista” y por eso es más clara su evolución. Una de las mejores y más efectivas comparaciones es la escena inicial del primer capítulo respecto al inicio de la segunda temporada. Como ya desentrañe en la sección de impresiones del primer capítulo, el objetivo de la primera secuencia es introducir las actitudes de Yui, reflejar la mayor parte de su personalidad para capturar la atención del espectador.

La perezosa actitud del principio sigue presente, pero no igual de prolongada o constante. Debido a las diversas presentaciones en público donde participa la banda, gran parte de su tiempo lo dedica a mejorar su habilidad con la guitarra y el canto. Lo comprobamos al evidenciar la evolución de su destreza tocando la guitarra al principio de la segunda temporada, o el hecho de que fue capaz de levantarse temprano, inclusive un detalle tan pequeño pero crucial como es conservar el equilibrio donde al principio se cayó.

En conjunto se vuelve más responsable y consciente de sus deberes y exigencias, mejora por sí misma y por el nivel de la banda, eso sí, también se esfuerza para no defraudar a quienes la rodean y ser una inspiración, principalmente para Ui y Azusa. La atención y dedicación que le brinda su hermana pequeña se lo recompensa con una muy genuina canción como es U&I, situación similar con Azusa siendo Yui la principal compositora e impulsora de Tenshi Fureta ni Yo.

Aparte de Azusa, su relación más cercana es con Ritsu debido a que comparten varias actitudes y reacciones similares, formalizando un lazo de camaradería. Con Mio y Mugi sus relaciones está en buenos términos, de respeto y confianza. Así que en conjunto, su transformación es asumir más y nuevas responsabilidades, formando una actitud de madurez para servir de inspiración a sus seres más queridos.

Ritsu es la líder, Mio el ejemplo, Azusa la consentida, Tsumugi el apoyo y Yui el corazón del grupo. Desde el inicio reconocemos que es una chica alegre con divertidas ocurrencias, pero es hasta las presentaciones que entendemos hasta qué punto puede llegar su espontaneidad, ligereza y desenvolvimiento escénico. Capaz de cautivar un público con simples frases, brindarle confianza a sus compañeras y que todas logren pasar un rato agradable, divertido y memorable.

Ya explorados los arcos de personaje de cada chica podemos identificar porqué y cómo funciona la interacción en la banda. Del primer capítulo extraje que las dinámicas serían viejas amigas (Mio & Ritsu) forman relacionas con nuevas compañeras (Yui & Tsumugi), una clasificación válida en lo general pero vaga en lo específico, especialmente porque no encierra de forma puntual las relaciones entre cada pareja (como el fortalecimiento entre Mio & Ritsu).

Sirve para hacernos una idea general que será expandida en los siguientes episodios, hasta lograr formalizar una base que nos empezará a ser reconocible, aunque no podamos asegurar qué dirían en según qué situación, seríamos capaces de hacernos una idea de lo que intentaría decir. En resumen, ese sentimiento de saber que diría tu amigo en cierto tipo de situación, no algo precisamente literal o verídico, pero si una idea de lo que diría.

La banda se comprende no a través de sólo sus presentaciones, sino de la convivencia en su vida diaria. Abordémoslo desde la escena donde se alistan para dormir en la excursión escolar a Kyoto del episodio 4 de la segunda temporada:

Después de haberse bañado juntas ya están listas para acostarse. Mio va a apagar la luz cuando Mugi le lanza una almohada a Yui, esto provoca una pelea de almohadas que es interrumpida una vez llega la profesora, fingen dormir y apenas pueden reanudan la pelea de almohadas, juegan un rato más y cuando parece que finalmente empiezan a dormir, se ríen de cualquier cosa que diga Ritsu (a excepción de Mio).

Una simple secuencia que engloba la mayoría de las interacciones del grupo, Mio apagando la luz cumpliendo como la más responsable. Mugi podrá no decirlo pero es obvio que su disposición a iniciar una pelea de almohadas es porque resulta típica de una excursión escolar y quiere vivirlo. Yui no duda en unirse a la iniciativa, lo mismo Ritsu que adereza toda la escena con sus sarcásticos comentarios, si bien Mio no se une si observa porque disfruta de ver que se están divirtiendo.

Cuando ya están cansadas por la pelea de almohadas, Ritsu no puede dejar escapar la oportunidad de entretenerlas con palabras normales que en el contexto resultan tan absurdas que son divertidas, como “Licopeno”. Unas palabras aparentemente sin trascendencia, pero que regresarán cuando menos lo esperemos. Yui y Mugi riéndose, especialmente Yui que es incapaz de ocultar su emoción.

La situación nace y se desarrolla a partir de las chicas, no está impuesta o forzada en ningún sentido. Mugi iniciando la batalla es acorde a su búsqueda, Yui y Ritsu siguiendo la iniciativa coherente con su alegre y explosiva personalidad, mientras que Mio mantiene la calma. Podemos observar esta complementación de acciones y reacciones durante todo el episodio cuando están viajando, visitando los templos o buscando el hotel.

Que las iniciativas y situaciones se originen a partir de la personalidad de cada chica es alcanzar el óptimo estado de guión ejecutado en forma orgánica, no hay posibilidad de relleno porque no se les está imponiendo nada. Además a veces una típica escena puede ser continuada con alguna reflexión emocional, como en el referido episodio. Después de escuchar a Sawako, Yui se percata que este será el último año juntas, lamenta que no sea más.

¿Y cómo son las interacciones de la banda en un contexto más serio? La mejor respuesta la encontramos en el ova Live House!, cuando HTT toca en un pequeño concierto con distintas bandas en celebración por año nuevo. Este capítulo es el primero en introducir una perspectiva que luego será explorada en la película (a si mismo será explicada en esa sección), la amplitud del mundo.

Durante las presentaciones de las bandas, van conociendo a agrupaciones más experimentadas y decididas así que se sienten un poco intimidadas y nerviosas. La escena de rellenar el formulario con los requerimientos de la presentación refleja esta ansiedad, cada una da ideas sobre cómo quisiera que estuviera planificado el escenario, Mio con la sugerencia de que la luz sea rosa, Ritsu con los focos, Azusa queriendo tener su oportunidad, Tsumugi dando su opinión y el constante apoyo de Yui que no teme en pedirle guía a las otras bandas.

Mientras más conocen acerca del lugar, el escenario y las distintas preparaciones para lograr que su presentación sea un éxito, se van familiarizando con el entorno. Sin embargo, no fue suficiente para evitar que cayeran en pánico durante su ensayo, afortunadamente las otras bandas las alientan y les brindan apoyo, finalmente dan una presentación formidable.

Así que las interacciones de la banda en entornos más serios es la misma a cuando actúan normalmente. Sólo de esta manera se sienten cómodas consigo mismas, con las otras y hacia el entorno que las rodea. Pretender ser de otra manera sólo las pondría más nerviosas, y de todas formas, revelando y actuando como son de forma cotidiana permitió que pudiesen dialogar tranquilamente con las otras bandas, compartiendo y aprendiendo de esas experiencias.

Esta oportunidad les brindó una importante lección, es normal sentirse nerviosas pero aun así deben mantener la tranquilidad. De esta forma, su última presentación en el festival cultural se convirtió en su mayor éxito, bueno, tuvo parte del mérito. También contribuyó el esfuerzo de cada chica en lograr que la presentación fuera la mejor que habían tenido hasta ese momento (especialmente para Yui y Azusa), la labor de Sawako en repartir camisetas entre el público y el apoyo de Nodoka en brindarles el tiempo necesario.

La presentación fue una locura. Yui estaba conmovida por el apoyo de sus compañeras y gracias a su personalidad, logró convertir la presentación musical en un talk show donde todas participaron. Mio repitiendo los diálogos de la obra de teatro, Azusa y Mugi siendo las entrevistadas cada vez que resultaba necesario, Ritsu con sus sarcásticos comentarios y Yui siendo la conductora. Cabe destacar que el público no se aburrió, estaba tan absorto como emocionado. Hasta que el tiempo estaba cerca de finalizar, así que de gran final cierran con U&I, todas sus últimas energías, mientras que el montaje intercala con tomas del festival cultural, su último festival.

Abrumadas y contentas por la excelente presentación están sentadas en el salón, hablan del gran concierto que tuvieron y se refieren a las actividades que se acercan, navidad, año nuevo y finalmente la graduación. Inevitablemente aceptan lo que todas sabían y que se ha hecho una realidad, la mejor de sus presentaciones ha sido la última en la escuela. Valoró de sobremanera que Naoko no se halla decantado por utilizar un montaje con flashbacks (me son válidos pero un poco artificiales) sino a través de la pura nostalgia del momento. Es imposible que no lloren, cada una está recordando por todo lo que han pasado y aún si no lo hacen, tienen la nostalgia presente. Ritsu dice “Licopeno” esa tonta palabra de su viaje escolar y que en esta ocasión le da risa a Mio, porque ahora tiene una carga emocional involucrada.

Cómo no van a llorar cuando el fin de la preparatoria está cerca, cuando abandonaran su cotidianidad, se despedirán del colegio y de sus compañeras. Cómo no van a llorar cuando lo han dado todo en la última presentación escolar, cuando sus mejores amigas están sentadas junto a ellas y también están llorando, cuándo unas refunfuñan porque falta poco para acabar y otras se esfuerzan en convertirlo en un buen momento.

Cómo el espectador no llorará junto a ellas cuando las ha visto por 33 episodios conviviendo juntas. Bueno, tal vez estoy siendo muy subjetivo y sólo me refiero a mi caso, o eso pensaría si no viera los miles de comentarios de otros que sintieron lo mismo. Una nostalgia que es ajena pero que no la puedo sentir como tal. Como se supone que mantendré firme y serio cuando las veo dormir agarradas de la mano, una junto a la otra, con el cálido atardecer en sus rostros.

Esta es mi escena favorita de K-ON!, al terminar de verla me hizo pensar “creo que este es uno de los mejores animes que he visto”, una apreciación válidada tras el último episodio.

Un muy poderoso momento capaz de funcionar de forma inmediata y que cobra más valor al diseccionarlo, percatarse de que su efectividad la alcanzó por todas las situaciones desarrolladas en la obra hasta ese momento, de producir nostalgia valiéndose en recuerdos y utilizando como único apoyo a una versión acústica de U&I. La ejecución máxima de guión, planeación, formalización de dinámicas entre los miembros, desarrollo, dirección y finalmente unión de cada elemento. La cúspide narrativa está en un grupo de chicas abrumadas por sus recuerdos, que agradecen por el tiempo que han pasado juntas, que sólo quieren estar abrazadas unas a la otra, más allá de lo que pasará, quieren ese momento para ellas.

PELÍCULA

Usualmente las series exitosas cuentan con su propia película, la diferencia radica en el enfoque. La película puede ser una recopilación, el mismo final o lo más común, un episodio largo. K-ON! The Movie no pertenece a ninguna de estas categorías, sino que es la fusión de las dos últimas perspectivas. Un episodio largo que brinda una nueva perspectiva acerca de su final, a la vez que es válido como película.

A lo que me refiero con “válido como película” es mi creencia que una película debería tener temas, tonos y contextos distintos que al de la serie, lo suficiente para desmarcarse pero tampoco siendo tan diferentes como para calificarle de producto nuevo por sí mismo. Y esto mismo pensaba Naoko durante la producción.

Yamada planteó la película como tal, una película. Debía aprovecharse las ventajas de la pantalla grande en cuestión de espacio, iluminación, perspectiva y sonido. Presente en la construcción de layers que tuvo la amplitud presente y el re-escalado, o el uso de una tonalidad más oscura que a la vez cuenta con una mayor cantidad de colores.

Antes de abordar el reconocimiento de la refinación en la producción del largometraje, hay que entender como narrativamente se independiza de la serie. La madurez es un tema tangente en las temporadas, suele ser lo principal en varios episodios (especialmente en la recta final) pero más que “madurez” se trata sobre el “crecer”. Ambos no indican lo mismo, crecer no implica madurez mientras que madurez si implica crecer, tampoco quiere inferir que las chicas no maduren en la serie, efectivamente si lo hacen, la diferencia es que no es transmitido como lo principal.

La película es la encargada en demostrar que las chicas han madurado utilizando la premisa a través del tono. La historia es sobre un viaje a Londres como celebración por la graduación, brindándole al tono características contextuales claves para aprovechar en paralelismo con la narrativa. Lo que quiero puntualizar es que el viaje no es sólo un “viaje” sino una exploración de las relaciones que han construido en los 3 años, a la vez es una despedida de su vida hasta ese momento y una antelación al futuro.

Madurar es asumir nuevas responsabilidades y ser consecuente con tus actos y con quienes te rodean. Esa es la definición que yo aprendí de mi profesora de religión a los 12 años y que he tomado como absoluta. Las chicas maduran en la serie porque cada una asume nuevos retos y responsabilidades, se esfuerzan en no defraudar a quienes creen en ellas y en la película deciden brindarle un regalo a quien más la ha apoyado, Azusa.

En esa recíproca acción está sustentada la mitad de la película, es el regalo y perspectiva que tienen hacia el futuro. El resto del largometraje es un recordatorio del desarrollo de la serie hasta ese momento, un flashback que no tiene la necesidad de incluir escenas pasadas sino que se vale de la nostalgia presente en dialogar sobre el pasado.

La película inicia con el mismo plano que la serie, una fotografía pegada en la pieza de Yui, la diferencia es la misma foto. En la primera temporada era la fotografía de la graduación de secundaria, en la película es la banda. Uniendo al principio de la serie con el desarrollo que ha tenido en las dos temporadas. La primera parte se encarga de recordar como son las interacciones entre las chicas y que han vivido hasta el momento, ejemplificado en el divertido acto de la “pelea”.

El incidente incitador es la decisión de organizar un viaje como celebración de la graduación, a la vez lo utilizarán para inspirarse para decidir el regalo a Azusa. Le sigue la preparación para tal. Desde la llegada a Londres es agregado el tono de despedida, todas son conscientes de que deben disfrutar el viaje y se esfuerzan de que así sea. La capital inglesa es una locación emocionante e intimidante, mientras más la van explorando, más se impresionan de lo amplio del mundo.

Lo reconocen a través de sus dos conciertos, en el restaurante y en el parque, pese a estar en tierras extranjeras llaman la atención del público y brindan excelentes demostraciones. El resto del tiempo exploran la ciudad, la cámara enfoca su interacción y sorpresas con el entorno, como ellas son ajenas y la emoción del descubrimiento.

Tal como mencione en la sección de animación, el staff organizó un viaje a Londres para la documentación en su posterior adaptación. Por esta razón cobra tanta lucidez y veracidad,  capturándolo en los gigantescos planos generales que cubren edificios, zonas residenciales o monumentos históricos, también utilizan planos más cortos dedicados a resaltar el fondo, como las secuencias mientras caminan por la calle y viajando en el metro, hasta los interesantes movimientos de cámara como el montaje del concierto en el parque.

La paleta de colores es más oscura que en la serie permitiendo que la iluminación destaqué mejor, especialmente en todas las escenas de Londres. Las luces de los autos de la carretera, los planos con la ciudad durante la noche o el atardecer en su segunda presentación. En este tipo de escenas es donde más resaltan los nuevos colores.

No obstante, las dos mejores secuencias no ocurren en Londres, sino a su regreso en la escuela. Cerca del final Yui sube al salón de música para reunirse con sus amigas y alistarse para la canción que le dedicarán a Azusa, el regalo que se les ocurrió mientras estaban en Londres. Durante los pasados días ha practicado constantemente y se ha esforzado por mantenerlo en secreto, cuando llega al salón Ritsu le señala que el techo está abierto.

Me encanta esta secuencia porque sencillamente están corriendo, no aporta absolutamente nada a la trama y si existe es para dar la realización de sus nervios, ellas mismas lo aclaran una vez se abrazan. Están nerviosas, quieren que a Azusa les guste su regalo, hasta la Tsumugi tiene frías las manos, Yui mira al cielo y reconoce de qué forma terminar de escribir el coro.

Naoko encierra este sentimiento en una plano general que avanza hacia la izquierda mientras corren, una vez paran da un detalle hacia las piernas, luego al grupo y alas manos, y finalmente se enfoca en el cielo. Un montaje sencillamente perfecto, (nuevamente) expresa el sentimiento de lo que están viviendo más que la literalidad.

Si valoré que en la serie Tenshi Fureta ni Yo no tuviese un montaje con flashbacks, valoró el doble que cuando los utiliza en la misma secuencia en la película está centrado en los esfuerzos del grupo en lograr que la canción sea memorable. Mientras la escriben, ensayan y se aseguran de que Azusa no se dé cuenta.

No me imaginaba que el mismo momento sería capaz de golpearme en todos los sentimientos desde dos perspectivas. Aunque en sí tiene lógica, la canción ha sido escrita con los mismos valores en ambos casos, honrar a la memoria, al pasado, los recuerdos y prometer que los instantes de amistad, no importa cuánto tiempo haya pasado, son eternos.

La graduación no es el fin.

LEGADO

K-ON! es uno de los animes más influyentes en la historia y uno de los más importantes para la actualidad, sus niveles de popularidad y audiencia fueron excepcionales, alentando a quienes comúnmente no veían animes a darle una oportunidad (especialmente entre mujeres). El Slice for Life ya existía desde hace varios años, pero fueron las chicas tomando el té las pioneras de una nueva etapa.

No se enfocaba en ser un fiel reflejo de la vida cotidiana como si lo eran Lucky Star, Azumanga Daioh o Hidamari Sketch, sino de una historia sobre la amistad enfocada en su cotidianidad en vez del realismo. Alcanzando una mayor capacidad de empatía y sustentándose con una de las mejores producciones de la historia.

Desde entonces ha intentado ser replicado, evidentemente sin lograr el mismo éxito, no obstante, durante los últimos años han sido varios los programas que usan ciertas características y la implementan a su manera según su contexto. Una metodología que me anima a afirmar que estamos ante un nuevo renacimiento del género en la próxima década, basado en tomar los renuentes del género y especificarlo con perspectivas únicas. Sólo en el año pasado ya tuvimos dos queridos exponentes como SoriYori y Yuru Camp.

Si quieres saber más del impacto te invito a ver este excelente vídeo de Gigguk.

Pero lo que verdaderamente ha logrado K-ON! es mantenerse como referente tras una década. Varios son los que inician en el “Moe” gracias a la vinculación emocional que desarrollaron con esta serie. No fue mi caso, yo inicie con Lucky Star, verla fue por pura casualidad, enamorarme es algo que fue creciendo mientras más la veía y honrarla es lo que me propuse una vez finalizada.

Este texto lo he escrito por un año, es el más extenso con diferencia y es el único que considero como un análisis completo, puesto que he abarcado (o eso espero) cada aspecto de la serie. Y era lo que menos podía hacer, debía rendirle un tributo a la altura y a mi manera. No soy muy nostálgico respecto a mi secundaria, por eso nunca sospechaba que ver una historia ajena pero en la misma época sería capaz de afectar mis sentimientos, cada vez que escuchó Tenshi Fureta ni Yo puedo sentir encogerse mi garganta, repetir las respectivas escenas siempre logran que me salga así sea una lágrima (efectivamente, este texto no fue fácil de escribir).

Y aun así soy capaz de relacionar el mensaje de la serie con mi propia experiencia, las amistades podrán separarse, distanciarse o terminar de la peor manera. Pero por esos momentos, los instantes felices, donde se compartió sin importar pasado o futuro, por esos momentos hay que seguir viviendo, sólo así los mantenemos vivos y les honramos en la memoria.

Cómo dice Tenshi Fureta ni Yo: La graduación (separación) no es el fin.

Por una década.

Por la amistad.

Por los recuerdos.

Y por el futuro.

Gracias Naoko!!

Gracias KyoAni!

Gracias K-ON!!!!!!!

Written by Napo

Aspirante a Ingeniero de Sistemas sin dejar de ser aprendiz hacia la Critica. Apasionado por el Cine, los videojuegos y el ANIME. Extremo aficionado a la música aunque no la entienda y mucho menos la componga. Puedes seguirme en @NapoTheGuy

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