Al plantear esta serie acerca de los mejores Slice for Life, me decidí por incluir programas que destacaran en algún ámbito específico para así explicar las características del género. He abordado diálogo, dirección y temática, pero aún falta explorar un concepto clave: narrativa. Para retratar su importancia, es momento de recordar a la humilde y muy recomendable Haibane Renmei.
La historia es acerca de una Haibane (podemos asociarlo por apariencia como un ángel) recién renacida llamada Rakka, ella bajo la tutela de Reki busca su lugar dentro del pueblo. Este artículo contiene spoilers, recomiendo ver el programa de sólo 13 episodios.
Antes de contar es necesario asentar, primero se caracteriza y demarca la ambientación. El programa utiliza 6 capítulos para construir y definir su mundo, así el espectador logrará identificar quiénes y de qué manera participan en la historia. Este punto de reconocimiento también son las primeras claves para la empatía, al conocer sus particularidades, sueños y deseos nos involucramos en la historia.
Referente a la ambientación, afirmo enfáticamente que este mundo es de los más interesantes de cualquier medio, gracias a su realismo y profundo misterio. Nunca explican más de lo que deberían contar, a Rakka se le explica solamente lo que debería saber. Esto permite que la imaginación sea la encargada de rellenar los huecos.
Y realista por la presentación de su mundo. Más allá de los Haibane o la muralla, el resto del poblado es exactamente eso, un poblado. Sus ciudadanos son conscientes de la particular situación y se han adaptado a ella. Para completar, el campo dentro de las murallas aparenta tener una larga historia, presente en pequeñas ruinas indicando la existencia de una ciudad mucho más antigua. Entiendo a quienes se sientan inconformes al no tener respondidas sus numerosas dudas, pero ahí reside su encanto, pierde el toque cuando lo explican.
Usualmente acusan al Slice for Life de “no contar nada”, carecer de historia, cuando en realidad su estructura de género permite la exploración de temas íntimos y cercanos. El caso de Haibane Renmei es ejemplar, porque demuestra cómo podemos partir de un tema general (la existencia) a diversos conceptos relacionados e igualmente de importantes. Todo fluyendo de manera natural debido a la narrativa.
Podemos trazar esta línea temática a través de como el programa evoluciona narrativamente. Del sentido existencial de nacer y crecer, a la reflexión acerca de la fragilidad (duelo) por la muerte de Kuu para finalmente llegar al perdón que tanto busca Reki. Todo es narrado de manera elegante y competente, a tal punto que ni los percibimos hasta pensar sobre ello.
Por ello, no podemos encerrar a este programa a una sola temática, su perspectiva es amplia. Otra muestra de genialidad está en el último tercio del programa, cuando el enfoque se renueva de forma cuasi imperceptible. Al finalizar la serie nos percatamos en cómo la historia de Rakka no le afecta sólo a ella, sino que juega un papel directo en el arco de Reki.
Y este efecto directo actúa en distintos niveles: en temática es la representación de cómo quien ha sido ayudado debe ayudar, es la representación del perdón y la responsabilidad, en narrativos nos permite la contemplación de la historia desde un nuevo ángulo. Al momento de revisar el programa, sabiendo el destino de Reki podemos percatarnos en cómo la narración de poco a poco le va asignando importancia.
Por si no fuera poco, el programa utiliza símbolos muy literales de sus temas. Yo conocí este anime con la descripción “la chica de las alas color carbón”, asociándole de manera directa con la chica protagonista, y eso es lo brillante. Al terminar te das cuenta de a quién está referenciada, reflejando como la narrativa es el factor clave al momento de enfocar. Obviamente el color carbón es tomado literal y está explícitamente explicado, pero eso no desquita la sencillez de este recurso visual.
Finalizando, ¿Qué representa este programa acerca del género? La lección es: la narración es el factor clave. Mitad de la obra está plenamente concentrada en asentar su mundo, utilizando la clásica estructura del Slice for Life para presentar a sus personajes. Y hay quiénes no lo soportarán o no lo piensen detenidamente, cuando esto en realidad sirve de introducción. La narración es la encargada de utilizar todo el material sembrado en los primeros compases para el renovado desenlace.
Desde el primer párrafo del primer artículo he aclarado que el Slice for Life no es para todos. Aunque si no lo miras es debido a la perjudicial etiqueta de “chicas lindas haciendo cosas lindas”, vuelvo a recomendarte esta gran obra y te pido estés atento a la última entrega, una de mis series favoritas y la obra maestra definitiva del género, HTT.